MUDRA:
Las manos descansan sobre los muslos como si fuesen cuencos vacíos.
Los dedos están relajados y juntos con los pulgares pegados al borde exterior de los índices.
AFIRMACIÓN:
Ayúdame ¡Oh, Señor! A que mis ojos sean Misericordiosos para que jamás juzgue según las apariencias.
TIEMPO:
Puedes repetir esta afirmación 11 veces o pensar en ella durante un tiempo comprendido entre 3 y 11 minutos.
COMENTARIO:
Este mudra manifiesta una actitud abierta que nos permite experimentar la alegría.
Si te dejas llevar por esta sensación podrás irradiar felicidad al mundo.
¡Espero que la disfrutes!