Reflexiviriam: Ego espiritual

Hace poco leí a unas personas que seguía en Twitter decir que sólo iban a entrar a la Red Social para poner sus reseñas de libros porque no había nada allí que los motivase a leer a otros usuarios, que las conversaciones y comentarios eran pueriles, superficiales y excesivamente tópicos.

Si bien es cierto que, como es evidente y a nadie se le escapa, las redes sociales no son el lugar más propenso a tener grandes charlas filosóficas creo que demonizar a todos los usuarios porque consideras que no llegan a tu nivel de charla denota que tú arrogancia está acompañada de un ego espiritual bastante pronunciado.

Todos los que hemos iniciado un camino espiritual hemos pasado por momentos en los que sólo queríamos hablar de «nuestras cosas» y, lógicamente, hemos resultado pesados y cargantes para las almas que hemos tenido al rededor.

A todos se los ha hinchado el pecho en algún momento diciendo «es que yo soy…» O «yo creo en…», nos creemos que estamos por encima de los demás , que somos mejores y que lo que nosotros decimos es lo que vale.

Por suerte suelen ser etapas.

El crecimiento espiritual no es una carrera, no tienes que demostrar a nadie que sabes más, que conoces más, que prácticas más… ¡Tú! Tú eres tu propio rival.

Demostrarte a ti mismo que puedes seguir con tu práctica, con tu estudio filosófico, religioso sin despreciar las vivencias y opiniones ajenas.

Un poco de superficialidad viene bien de vez en cuándo para no perder de vista el mundo que nos rodea.

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